Viajar con confianza implica conocer todas las protecciones que tu tarjeta de crédito ofrece. En este artículo exploramos a fondo cómo funcionan estos seguros y qué debes tener en cuenta antes de partir.
¿Qué es el seguro de viaje con tarjeta de crédito?
El seguro de viaje asociado a tu tarjeta de crédito se presenta como un beneficio gratuito al usar la tarjeta para pagar parte de tu viaje. Su inclusión varía según el banco y la categoría: desde tarjetas estándar con mínima cobertura hasta opciones premium con protección ampliada.
Para que la póliza se active, el requisito principal es pagar los billetes con la tarjeta, ya sea el vuelo, tren o paquete vacacional. Sin este pago, la mayoría de los seguros no aplican. Además, cada tarjeta tiene condiciones particulares: límites de días, montos máximos y exclusiones específicas.
Principales coberturas disponibles
Las tarjetas de crédito ofrecen varias coberturas clave. Aunque los importes pueden diferir, estas son las más habituales:
- Asistencia médica en el extranjero: coberturas que oscilan entre 6.000€ y 45.000€ en tarjetas estándar, y hasta 1.000.000€ en tarjetas premium como American Express Platinum.
- Seguro de accidentes en viaje: indemnizaciones por fallecimiento o invalidez permanente que van desde 150.000€ (WiZink) hasta 1.250.000€ (Visa Platinum BBVA).
- Cancelación de viaje: a veces incluida, pero limitada a motivos justificados como enfermedad o accidente, con topes que rondan los 6.000€ en tarjetas altas.
- Pérdida, robo o daño de equipaje: protección de 600€ a 2.000€, asegurando el reemplazo de tus pertenencias durante el transporte.
- Repatriación y traslado sanitario: cubierto en numerosos casos, con gastos de acompañamiento de familiares de 142€/día hasta 150€/día.
Limitaciones y exclusiones habituales
Conocer las restricciones es tan importante como entender las coberturas. Estas exclusiones suelen aplicarse en la mayoría de las pólizas:
- Cobertura temporal limitada: normalmente hasta 60–90 días por viaje; algunas tarjetas extienden a 120 días.
- Enfermedades preexistentes: no se reembolsan gastos por dolencias conocidas antes de la salida.
- Deportes de riesgo y actividades peligrosas: casi nunca cubiertos, ni gastos de búsqueda y rescate.
- No protege equipaje durante la estancia en destino, solo durante el traslado.
- Cancelaciones voluntarias o situaciones no justificadas, como pandemias, quedan fuera salvo excepciones.
- Asistencia legal y responsabilidad civil, generalmente no incluidas.
Diferencias según tipo y categoría de tarjeta
Existen claros contrastes entre las distintas gamas de tarjetas de crédito:
Las tarjetas estándar suelen ofrecer coberturas mínimas o inexistentes, limitando tu protección a importes muy bajos o a ninguna asistencia. Por el contrario, las tarjetas premium (Oro, Platinum, Infinite) amplían montos y servicios, incorporando repatriación, acompañamiento de familiares y seguros de accidentes de mayor cuantía.
Aunque estas tarjetas mejoran la oferta, las pólizas tradicionales de compañías especializadas superan ampliamente los límites. Ofrecen cobertura para causas de anulación más amplias (hasta 47 motivos), asistencia médica por importes de hasta 10.000.000€, protección del equipaje en destino y deportes de riesgo.
Recomendaciones finales
Antes de viajar, sigue estos consejos para no llevarte sorpresas:
- Comparar las coberturas del seguro de tu tarjeta con un seguro convencional, especialmente para viajes fuera de Europa o EEUU.
- Revisar detalladamente los límites diarios y montos máximos para cada cobertura.
- Verificar si el seguro ampara a familiares o solo al titular de la tarjeta.
- Leer la documentación asociada a cada tarjeta para conocer condiciones, exclusiones y procedimientos de reclamación.
En definitiva, el seguro de viaje con tarjeta de crédito es un valor añadido que puede ahorrarte gastos imprevistos y darte tranquilidad. Sin embargo, es fundamental entender sus limitaciones y exclusiones para decidir si complementarlo con una póliza tradicional y asegurar una protección completa.