El Rol del Aval en tu Solicitud de Préstamo

El Rol del Aval en tu Solicitud de Préstamo

Solicitar un préstamo es un paso crucial para alcanzar metas personales o empresariales. Contar con un aval puede marcar la diferencia entre la aprobación o el rechazo de tu solicitud. Comprender en profundidad qué implica esta figura y los compromisos asociados te permitirá tomar decisiones informadas y proteger a todas las partes involucradas.

Concepto de Aval en Préstamos

El aval es una figura legal y financiera donde una persona (el avalista) se compromete a responder ante el banco por el pago de una deuda en caso de que el titular no lo haga. Su función principal es servir como garantía para el cumplimiento de las obligaciones contractuales, reduciendo el riesgo que asume la entidad crediticia.

Este mecanismo se aplica tanto a préstamos personales como a créditos hipotecarios y empresariales. Cuando el perfil del solicitante presenta riesgos —como historial crediticio limitado o ingresos variables—, el aval ofrece un respaldo que aumenta la confianza del prestamista.

Tipos de Aval

  • Aval financiero: Garantiza obligaciones de pago asociadas a un préstamo o crédito.
  • Aval hipotecario: Un bien inmueble sirve como respaldo directo de la deuda.
  • Aval técnico: Respaldado por el avalista para asegurar la culminación de proyectos o compromisos no estrictamente económicos.

Cuándo se Solicita un Aval

Los bancos suelen requerir un aval en situaciones de mayor riesgo. Por ejemplo, cuando los importes son elevados o el solicitante no cumple todos los estándares de solvencia, como ingresos bajos o empleo inestable.

En el caso de las hipotecas, si el importe supera el 80% del valor de tasación, la entidad exigirá un aval para reducir su exposición. Asimismo, cuando la cuota mensual supera el 30–35% de los ingresos netos, el avalista refuerza la viabilidad del crédito.

Ventajas de Tener Aval

  • Mejores condiciones de financiamiento: Tasas de interés más bajas y plazos más flexibles.
  • Facilidad de aprobación, incluso con historial crediticio limitado.
  • Reducción del costo total del crédito al disminuir el riesgo de impago.
  • Incremento de la confianza del banco en el solicitante.

Riesgos y Compromisos para el Avalista

Asumir el rol de avalista implica una responsabilidad significativa. Si el titular no paga, la deuda pasa al avalista, quien debe asumir el compromiso de pago y podría enfrentar acciones legales o embargo de bienes.

Además, cualquier impago queda registrado en el historial crediticio de ambas partes, afectando su capacidad de solicitar futuros préstamos y deteriorando su reputación financiera.

Requisitos para Ser Avalista

  • Ser mayor de edad y residir en el mismo país donde se solicita el préstamo.
  • Solvencia económica y estabilidad: Ingresos constantes, patrimonio suficiente y buen historial crediticio.
  • No contar con otras deudas significativas que comprometan la capacidad de pago.
  • Presentar documentación como DNI, nóminas, extractos bancarios y escrituras de bienes.

Comparativa: Aval vs Garantía

Recomendaciones para Solicitantes y Avalistas

Antes de aceptar o buscar un aval, realiza un análisis detallado de la capacidad de pago. Esto implica proyectar ingresos y gastos futuros para asegurar que el préstamo sea sostenible.

Dialogar con transparencia entre solicitante y avalista es clave. Definir claramente riesgos y beneficios evita malentendidos y conflictos posteriores.

Verifica con el banco todas las cláusulas del contrato: plazos, intereses, comisiones y condiciones de ejecución del aval. No firmes sin comprender plenamente tus derechos y responsabilidades.

Conclusión

El aval puede ser una herramienta poderosa para acceder a financiamiento en condiciones más favorables, pero conlleva obligaciones serias. Evaluar cada aspecto, desde las ventajas hasta los riesgos, y contar con la información adecuada garantiza una decisión responsable y beneficiosa para todas las partes.

Por Robert Ruan

Robert Ruan